Cada uno de los barrios de Lisboa ofrece muchas cosas para hacer y ver. Descubre tanto su zona antigua como la más moderna a pie, en tranvía, en segway, en autobús hop-on-hop-off o en un tuk tuk.
Hay sitios que no puede perderte y que forman parte de la lista de imprescindibles en Lisboa, como el barrio histórico de Alfama y de Castelo, con una de las vistas más fabulosas de la ciudad y del río.
Otro paseo imperdible es por Baixa en dirección a Belém, el barrio de los Descubrimientos, con la Torre de Belém, el Monasterio de los Jerónimos y los exquisitos pasteles de nata.
Al atardecer o por la noche aprovecha para conocer Chiado y Bairro Alto, donde la animación está garantizada, al igual que Cais do Sodré, más cerca del río.
En la parte nueva de la ciudad, podrás visitar el Museo Nacional del Azulejo, camino del Parque de las Naciones, la zona portuaria completamente reconstruida con motivo de la Exposición Universal de 1998. Actualmente es un importante espacio de ocio.
A continuación te contamos en detalle que hacer en cada uno de los barrios de Lisboa.

El recorrido por los barrios de Lisboa continúa en el Parque de las Naciones, en la zona oriental de la ciudad. Vale la pena pasar una tarde en este espacio de arquitectura moderna en el que se puede pasear a pie, en bicicleta o andar en skate.
Esta era una antigua zona industrial degradada que se extendía a lo largo de cinco kilómetros junto al río Tajo y que sufrió una completa revitalización para acoger la Exposición Universal de Lisboa de 1998. Para esa ocasión se proyectaron edificios e instalaciones que pasaron a formar parte de la ciudad dándole esa impronta moderna.
Comienza tu recorrido en la Estación de Oriente, proyectada por el famoso arquitecto español Santiago Calatrava. Esta compleja estructura de líneas verticales recuerda a arcos góticos. Continúa hasta el Pabellón de Portugal (Altice Arena), proyectado por Álvaro Siza Vieira en colaboración con Eduardo Souto de Moura, dos de los más eminentes arquitectos portugueses. Su estructura se basa en la idea de una hoja de papel sostenida por dos ladrillos y pasó del papel a la realidad gracias a una impresionante obra de hormigón pretensado con forma curva.
Al lado está el Pabellón Atlántico, un proyecto de Regino Cruz, cuyo aspecto exterior recuerda a una nave espacial o a un animal marino. En su interior, la estructura de madera sustenta la cubierta emulando una nave del siglo XVI.
El Oceanario, uno de los mayores de Europa, es otro de los imprescindibles durante tu visita a los barrios de Lisboa. Fue proyectado por Peter Chermayeff y recrea los diferentes ambientes marinos del planeta con tanta precisión que parecen reales.
Cerca se encuentra el Pabellón del Conocimiento, proyectado por Carrilho da Graça y vencedor del Gran Premio del Jurado FAD 1999 en Barcelona, y el Teatro Camões, de Manuel Salgado, actual sede de la Compañía Nacional de Danza y un excelente lugar para asistir a un espectáculo por la noche.
El Parque de las Naciones cuenta con espacios ajardinados como la Alameda de los Océanos, los Jardines de Agua y los Jardines Garcia d’Orta, con una flora correspondiente a los territorios descubiertos por los portugueses en la gran epopeya marítima de los siglos XV y XVI.
Aquí también hay un centro comercial, bares, restaurantes y terrazas, con estrecho contacto con el río. En uno de los extremos se encuentra el puerto deportivo que acoge pequeñas embarcaciones y yates. Un paseo en telecabina, de un kilómetro de duración, es una buena forma de hacerse una idea de todo el espacio.


















