Las siete colinas de Lisboa

Las siete colinas de Lisboa

Las siete colinas de Lisboa

Las siete colinas de Lisboa son famosas y tienen detrás suyo una leyenda. Pero en realidad son ocho. Hay una más y está a plena vista.

 

En la orilla derecha del amplio estuario del río Tajo la capital portuguesa se extiende sobre encantadoras colinas, disfrutando de una situación geográfica incomparable. Sus miradouros y terrazas permiten impresionantes vistas panorámicas que han enamorado a escritores, fotógrafos y cineastas.

Según la mitología griega, Ulises fundó la ciudad tras su vuelta de la guerra de Troya. De hecho, los griegos conocían Lisboa como Olissipo. La leyenda cuenta que cuando Ulises partió de nuevo, Orphiussa, una terrible criatura mitad mujer mitad serpiente, que estaba enamorada del héroe, enfureció de tal forma que furiosa sacudió la tierra formando las siete colinas de la ciudad, la misma cantidad que tenía Roma.

El fraile portugués Nicolau de Oliveira hizo referencia a este conjunto geográfico en el siglo XVII, en «O Livro das Grandezas de Lisboa», en el que describe al detalle la ciudad y enumera: São Jorge, São Vicente, São Roque, Santo André, Santa Catarina, Chagas y Sant’Ana, pero faltó la de Graça, solo cubierta por el castillo de São Jorge.

Aunque este pudo ser un error, resultó conveniente para tener un parecido con la mítica leyenda de la creación de Roma. Lo cierto es que los años han pasado y la capital de Portugal sigue siendo conocida por tener siete colinas.

Las siete colinas de Lisboa

São Jorge

En lo alto se encuentra el imponente castillo de São Jorge, en el que se cree que apareció el poblado que dio origen a Lisboa. En 1147, los caballeros de Alfonso Enríquez, primer rey de Portugal, embistieron contra las murallas durante tres meses para reconquistar la ciudad que había quedado bajo el dominio de los moros.

A modo de agradecimiento al santo patrón de las cruzadas el castillo recibió su nombre actual. Esta construcción es tan grande que su área ocupa el barrio de Mouraria, del Castelo , y una pequeña parte de Alfama.

Sant’Ana

Es la colina más central, definida por los cauces de los antiguos arroyos de Arroios y Valverde, que dieron lugar a la actual avenida da Liberdade. Su área va del Campo Mártires da Patria hasta la plaza da Figueira.

Tras el terremoto de 1755, algunos edificios como el Hospital de São José fueron recuperados. Por este motivo pasó a ser conocida como la colina de la salud.

En esta elevación está el mirador de Torel, dentro de un elegante y pequeño jardín con preciosas vistas sobre la ciudad. En esta zona hay varios palacios y se accede a este espacio original a través del ascensor de Lavra o de rua do Telhal

Santa Catarina

A Santa Catarina se la conoció también como Catalina de Alejandría, una notable intelectual de inicios del siglo IV que sufrió a manos del emperador romano Maximino Daia por haberse convertido al cristianismo. Cuentan que con su poder de argumentación fue capaz de convertir a la mujer del emperador y a algunos de sus guardias de prisión.

Pese a ser una mártir con una vida muy curiosa, digna de llevar el nombre de una colina, su mirador es popularmente llamado Adamastor, por la estatua del mítico gigante mencionado por Luís de Camões en Os Lusíadas.

Es el mejor lugar de la ciudad para observar los barcos y el río, y además es uno de los más animados durante todo el día y la noche. Para acceder a él basta con subir por el Elevador da Bica y bajar la Rua Marechal Saldanha.

Siete colinas de Lisboa: Mirador de Santa Catarina

São Roque

Aquí se encuentra el famoso Bairro Alto y uno de los miradores más bonitos y más visitados, el São Pedro de Alcântara , pero también con un ambiente más moderno: una red de callejuelas plagadas de animados restaurantes y bares. Se puede llegar de manera simple por el Elevador de la Gloria.

Durante el paseo encontrarás una gran plaza en la que se encuentra la iglesia de São Roque,  el santo patrón de los inválidos y de los cirujanos, santificado por su ayuda a los que sufrieron la gran peste negra en el siglo XIV, la cual acabó con su vida.

São Vicente

En este punto alto podrá visitar el barrio de Alfama y el convento de São Vicente de Fora, erigido en el lugar en el que tiempo atrás existió un templo de homenaje al mártir.

Cuentan que su cuerpo  llegó desde Valencia a Lisboa acompañado de dos cuervos, uno en la popa y el otro en la proa, dando lugar a la aparición de esta imagen en el escudo de la ciudad.

Desde su mirador más popular, el de Santa Luzia, contemplamos Alfama y el impresionante Panteón Nacional.

Siete Colinas de Lisboa: Mirador de Santa Lucía

Santo André

Se cuenta que don Alfonso Enríquez aprovechó su posición estratégica para instalar allí las tropas durante la Reconquista. Luego de ello se instalaron grandes casas y palacios. Siguiendo  la inclinación desde Graça hasta la calzada de Santo André podrá hallar vestigios de algunas de ellas.

Chagas

En la colina de Chagas se ubica la atracción lisboeta más famosa: el elevador de Santa Justa, que conecta la Baixa con el Barrio Alto. También está la iglesia homónima, construida por marineros, que rinde homenaje a las heridas de Cristo y representa las dificultades que atravesaron los hombres hasta llegar a su destino.

 

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