Una buena manera de conocer otras culturas durante un viaje es aprovechando los acontecimientos que marcan el sentir de la ciudad. Conocé las fiestas de Lisboa y disfrutá de las coloridas celebraciones.
En estas celebraciones se manifiestan las creencias, la memoria, los sabores y la historia de cada pueblo. Fortalecen la identidad y las costumbres de la comunidad.
Conocé algunas de las celebraciones más importantes, que año tras año suman concurrencia.
Fiesta de San Antonio
Junio es el mes de los santos populares, no sólo en Lisboa, sino en todo el país. El más popular es San Antonio, cuya festividad es el 13, pero en los días previos y posteriores se pueden ver en las calles guirnaldas, pasacalles, escuchar música festiva y se huelen sardinas a la plancha y albahaca.
En el marco de estas festividades la tradición es encontrar pareja y que San Antonio bendiga el matrimonio. Entre los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, las parejas eran patrocinadas por los comerciantes locales y en los años noventa, el Ayuntamiento de Lisboa comenzó a hacerlo.
Festival de las Sardinas de Lisboa
Dibujantes, ilustradores, artistas y amateurs repartidos por todo el mundo presentan el diseño de su propia sardina en este concurso
De entre todos los participantes se escogen cinco sardinas ganadoras, que serán la imagen de las Fiestas de Lisboa para ese año.
San Martin
En la mesa de los portugueses no faltan el pan, las castañas ni el vino. Esta tradición se mantiene para conmemorar la fecha del entierro del santo en la ciudad francesa de Tours. Allí fue obispo y fundó el monasterio de Marmoutier, el más antiguo de Europa. Se cree que la víspera de este día mejora el tiempo y sale el sol, dando así comienzo al que en Portugal se conoce como «o verão de São Martinho» (el veranillo de San Martín).
Se celebra anualmente el 11 de noviembre, siendo una de las celebraciones que marcan el otoño. Cuenta la leyenda que San Martín iba a caballo un día lluvioso y se encontró con un mendigo temblando de frío. Como no tenía nada para ofrecerle cortó su capa por la mitad con la espada para que él pudiese taparse.
Más adelante, San Martín vio a otro mendigo, a quien dio la otra parte de su capa, y continuó su viaje sin nada que lo protegiese del frío. En ese momento, las nubes desaparecieron y el sol se puso a brillar, y el buen tiempo duró tres días.
Tradicionalmente los portugueses, para quitarse el frío durante el otoño y el invierno, tomaban el ‘água-pé’ o ‘jeropiga’, una bebida alcohólica compuesta por una mezcla de mosto, orujo de vino y canela. Se consume especialmente en las regiones del Minho, Trás os Montes, Beira Interior y Ribatejo.
En Lisboa todavía existen vendedores ambulantes de castañas, algunos usan asadores de barro con agujeros, similares a los que existen en la española sierra de Francia o Bejar llamados ‘Calvocheros’ o ‘Calvoteros’.
Hay un juego tradicional por el cual el día anterior a San Martín se llena un pequeño recipiente con agua y papel picado, se escribe el nombre de quienes serían su pareja ideal. Lo envuelve como si se tratara de las loterías y ponerlo en el plato, colocándolo debajo de la cama. Al día siguiente hay ver el papel que está más abierto que el nombre de su “otra mitad”.
Carnaval
El carnaval de Río es el más famoso del mundo pero todo comenzó en la capital de portuguesa.
El Carnaval de Lisboa, se celebra del 12 al 16 de febrero, sigue siendo un gran evento en el calendario de la ciudad. Son tres días de fiesta y de excesos, repletos de comida, anticipando el período de ayuno, rigor y disciplina religiosa de la Cuaresma que comienza el miércoles siguiente y termina con la Semana Santa.
El punto culminante es el último día con desfiles de carros alegóricos que se abren camino por las calles de colores, mientras que los malabaristas y los celebrantes enmascarados se unen a la música y aplausos. El punto central de la fiesta es en Parque de las Naciones, pero se celebran a lo largo de la costa.
Hay reminiscencias de esta fiesta desde la Antigüedad. Eran rituales de fertilidad y de deseo de abundancia que se esperaban durante el nuevo año que comenzaba.
Navidad
En esta época el espíritu navideño flota en el aire, y en Campo Pequeno se realiza el Mercado de Navidad. Aquí es posible encontrar piezas originales, desde lo tradicional hasta lo contemporáneo.
Las calles se llenan de luz y la decoración cambia con los tradicionales belenes, bolas de todos los colores, estrellas, árboles de Navidad y muchos adornos.
Tradicionalmente las familias se reúnen para cenar el día 24 de diciembre. Se sirven platos de bacalao, aunque el pavo asado y otras carnes se saboreaban en los días siguientes. De postre no falta el roscón de reyes, relleno de fruta escarchada o frutos secos, y los deliciosos fritos tradicionales: las filhós (tortas fritas), los sonhos (buñuelos de viento) y las rabanadas (torrijas).
A media noche se celebra la Misa del Gallo y tanto en las iglesias como en casa hay un lugar especial para el belén, la recreación del establo donde nació Jesús, una idea que tuvo San Francisco de Asís en el siglo XIII.
